Producción



Por más breve, sucinto o modesto que sea un programa televisivo, gran parte de su éxito radica en combinar de manera
atinada cierta dosis de creatividad y cierta disciplina para la organización del trabajo. Para ello, es necesario conocer una
serie de elementos que se interrelacionan durante una determinada producción.
Aunque no existe un método único para la producción de programas, dado que cada uno plantea un reto distinto, se pueden
establecer ciertas generalidades que ocurren siempre y que constituyen el proceso, lo cual ayuda a comprender la
interrelación de variables de diversa índole cuya combinación le brinda un carácter único a cada programa. De hecho, al
entender el proceso, puede decirse que el productor juega con todas las variables que tiene a su favor.




¿Qué es la producción?


Nuestro punto de partida será establecer que la producción televisiva es, ante todo, un determinado tipo de producción. La
etimología de producción indica su división en dos componentes. El primero pro significa hacia delante o bien, la noción de
algo dividido en distintos periodos, unos antecediendo a otros, organizados. El segundo, duce, duces, ducere significa dirección o conducción .








El término producción se aplica al proceso mediante el cual son elaborados ciertos bienes que son necesarios en un
determinado contexto social. Como proceso, implica la dotación oportuna de ciertos insumos o materias primas para su
transformación por etapas con miras a obtener resultados que son considerados de un mayor valor que los insumos
originales, es decir, con un mayor rendimiento.





INSUMOS
(Materias a transformar)


PROCESO
(Transformación por etapas)


RESULTADOS
(Productos de la transformación)


En este sentido, es necesario acotar que la producción empieza mucho antes de la acción misma de producir, inicia, desde
luego, con la selección de los insumos. Mientras mejores sean los insumos, mejor será el rendimiento reflejado en los
resultados esperados. Por lo cual es preciso controlar la calidad de los insumos con el mismo afán y cuidado con que se
controlan los resultados.




La función productiva


Así, la calidad y cantidad de los insumos tiene una relación directa con la transformación esperada. Malos insumos
producirán malos rendimientos. No obstante, aún cuando los insumos sean de alta calidad, se debe considerar que existe
una cantidad máxima de producto que puede obtenerse mediante todas las combinaciones posibles entre los factores
productivos en cada etapa, a esto se le llama función productiva.


La función productiva indica la cantidad máxima de producto a obtener de acuerdo con los insumos con los que se cuenta.
Esto es más fácil de comprender si hacemos una analogía con la elaboración de un pastel. La cantidad de cada ingrediente
guarda una relación con el resto, de tal manera que si se quiere aumentar la cantidad de pastel, será necesario aumentar la
de los ingredientes. La función productiva de la producción televisiva consiste en saber la cantidad y relación de los insumos
a utilizar a fin de cumplir con la meta esperada en tiempo y forma adecuados.


Para dar cuenta de los insumos necesarios para una determinada producción, se debe saber de antemano la dimensión o
envergadura de la tarea a realizar. Para conocer el tiempo que llevará es necesario saber cómo se organizará la tarea a
realizar y los periodos de cada fase intermedia hasta la entrega del producto.


Una vez que se conoce la función productiva, es decir, la relación entre los diversos factores durante el proceso, se pueden
tomar decisiones sobre los métodos precisos para conseguir los fines esperados. Estas decisiones pueden ser tomadas en
determinados puntos alternativos que determinan el curso de la producción, dentro de una curva límite de posibilidades de
producción. Sobre esta cuestión volveremos más adelante cuando se hable de los programas televisivos de acuerdo con su
programación, cabe acotar por ahora que las decisiones serán tomadas a partir del número de programas a producir, su
periodicidad, el staff necesario, entre otros.




El factor tiempo y la productividad


Cada producto implica cierto trabajo realizado en diversas fases hasta conseguir su transformación total. La productividad es
una relación entre la producción y el insumo. Para calcularla, se añade la variable de tiempo. Cada tarea o fase de
transformación implica cierto periodo que va acumulándose hasta la transformación final o el resultado esperado. La
cantidad de producto obtenido puede medirse entonces por la cantidad de trabajo que representa horas-hombre o por el
desgaste que implica horas-capital. Puede establecerse un estándar de tiempo para cada fase a fin de controlar la
producción.


De hecho, en algunos casos, pueden reducirse paulatinamente los tiempos de producción si se tiene en claro el número de
etapas y las operaciones requeridas en cada una de estas, a esto se le llama productividad. La productividad se plantea
cómo producir más en menor tiempo.


Una de las maneras de reducir el tiempo de producción es aumentando la especialización en las operaciones, es decir,
haciendo que cada sujeto encargado de realizar un determinado trabajo en una fase del proceso concentre su atención en
una sola función. Por el contrario, cuando la producción recae en una sola persona, implica un mayor desgaste dado que las
funciones y tareas no están divididas y no pueden realizarse simultáneamente, lo cual hace que se consuma más tiempo en
funciones y tareas no están divididas y no pueden realizarse simultáneamente, lo cual hace que se consuma más tiempo en
la producción y exista la posibilidad de un error humano (olvido, descuido) que dé al traste con la producción.


Otra manera de reducir el tiempo de producción puede lograrse a través de la reducción de las demoras y periodos de
espera de una etapa a otra del proceso productivo. En este sentido, todo proceso puede “mecanizarse” si se conocen las
tareas, los periodos en que son realizadas y cada una de las etapas. De hecho, conocer en profundidad las fases del
proceso ayuda a planear actividades que pueden realizarse de manera simultánea sin periodos de espera para reducir el
tiempo de producción.




Fracasos comunes en la producción


Los problemas al tratar de rebasar el límite posible entre producto e insumo pueden verse reflejados en diversos tipos de
fracaso. Por ejemplo, si no es alcanzada la meta a causa del proceso y no del insumo estamos ante una ineficacia de
manejo de los recursos o del desconocimiento de sus relaciones. Si el proceso es correcto pero falla la cantidad o calidad
del insumo tenemos productos con escaso valor, debido a no cubrir las expectativas del cliente Y si se aumenta
desmesuradamente la producción a lo largo del tiempo, tenemos problemas de desarrollo por no retroalimentar al sistema
como se requería, un crecimiento excesivo que implica un desgaste tal que podría acabar con el sistema.




Fines de la producción


Toda producción se orienta a conseguir determinados bienes de acuerdo con ciertos objetivos. Son éstos los que determinan
en buena medida el proceso más idóneo para producirlos y el entorno en el cual se genera dicha producción. De acuerdo con
su naturaleza, hay objetivos internos y externos.




Los internos marcan las relaciones entre los componentes involucrados, su organización y su estabilidad. Entre ellos se
encuentran:


 • Los del sistema (crecimiento, competencia, expansión, entre otros)
• Los del producto (características que lo definen: calidad, estilo, asequibilidad, entre otros)
En cuanto a los externos, existen los objetivos
• De la sociedad (expectativa, necesidad, acogimiento)
• De la producción en sí (relación cliente-producto o servicio)
• De la inversión (régimen de administración, gestión y colaboración en los costos).




Desde el punto de vista de la competencia, se dice que el objetivo del proceso es entregar mejores resultados, de manera
oportuna a un precio asequible, con el mayor margen de ganancia. Lo cual implica planificar cuidadosamente cada etapa
para obtener la mayor cantidad de producto y reducir al mínimo de manera simultánea, la cantidad de merma durante el
proceso.




La producción como empresa


La producción también debe entenderse como el efecto de la iniciativa mediante la cual el promotor de un determinado bien o
servicio reúne los medios requeridos para llevar a cabo una determinada empresa. Las preguntas fundamentales de la
empresa, sea cual fuere su naturaleza, son siempre las mismas:




¿Qué se va a producir?
¿Quién lo va a producir?
¿Con qué recursos o medios se va a producir?
¿Bajo qué métodos tecnológicos se va a producir?
¿Para quién se va a producir?
¿Cómo se va a distribuir lo qué se va a producir?




Como se advierte, llevar a cabo una determinada producción implica tener nociones mínimas de administración. Se dice que
en un proceso de producción es necesario controlar su interior o gestionarlo, en función de los productos o servicios
esperados.


En suma, la producción trata de la elaboración de ciertos bienes o servicios. La cual es realizada a partir de ciertos insumos
(recursos, inversión) en aras de alcanzar ciertas metas (cantidad de producto esperado, fecha límite de entrega) en un
determinado periodo, a través de cierta transformación (gestión) con ciertos objetivos (satisfacción, rentabilidad); que puede
optimizarse si se conocen todas y cada una de las operaciones y fases del proceso y se distribuye de manera racional la
carga de trabajo o capital que implica.




La producción televisiva


Hemos mencionado anteriormente que la producción televisiva es un cierto tipo de producción. En general se acepta que las
labores esenciales de producción en la televisión consisten en :




• Asegurar la calidad del producto
• Controlar el presupuesto asignado
• Asegurar la inversión necesaria para su consecución
• Asegurar la rentabilidad de la empresa
• Asegurar la circulación y difusión del producto
• Cumplir con los plazos establecidos para la entrega en tiempo y forma
• Crear una expectativa en torno al producto.




Mucha de la confusión acerca de las funciones o competencias del productor se generan a partir de que estas labores son
realizadas por uno o varios responsables, de tal manera que aparecen descontextualizadas, segmentadas o distribuidas en
varios puestos de instituciones, organizaciones o empresas.






¿Especialización o polivalencia?


Así, en un primer momento podemos distinguir a la producción televisiva por la manera en que organiza el proceso entre las
partes que conforman y llevan a cabo el proceso. En la producción corporativa, llevada a cabo por las grandes cadenas
televisivas como la NHK, se genera un plan de trabajo anual que sufre pocas modificaciones durante su puesta en marcha. El
calendario marca los tiempos y ritmos de la producción. En este sentido, todos los departamentos (diseño artístico,
escenografía, transmisión) conocen de antemano lo que harán a lo largo de todo el año y trabajarán para diversas
producciones de modo simultáneo sin parar. Es la llamada producción en serie.


En una producción de tipo corporativo todo está previamente calculado en el plan anual: las compras de los insumos, los
plazos de entrega a las áreas correspondientes, el periodo de transformación de estas materias primas, los especialistas
que intervendrán, cuándo se realizará su intervención y finalmente cuando será(n) transmitido(s) el (los) programa(s) . En
este tipo de producción, el hilo conductor entre los diversos departamentos, el staff técnico y el personal administrativo es,
en definitiva, el productor.


Es en la producción corporativa en la que hallamos a personal altamente especializado que trabaja desempeñando una labor
específica. La producción, por ejemplo es asumida por diversos puestos en la organización como el productor ejecutivo que
sanciona los contenidos de las series televisivas y contrata al productor de cada serie o, incluso de cada programa, que
contrata a su vez al realizador para que lleve a cabo el plan de producción, quien a su vez cuenta con diversos asistentes
para realizar su función.


No obstante, existen otros contextos en los cuales se le exige al productor contar con una serie de conocimientos que
abarquen áreas tanto productivas como técnicas, es decir, profesionales polivalentes. La especialización aquí no opera. En
estos contextos, regularmente no se cuenta con la posibilidad de tener una amplia plantilla de profesionales ya sea por
cuestiones presupuestales, políticas u organizativas. Es el caso por ejemplo, de la producción independiente, en la que el
productor cumple las funciones de productor ejecutivo, productor y realizador y tal vez camarógrafo y editor.




¿Qué produce la televisión?


La producción televisiva tiene –como dirían los ecónomos- un mercado primario en la producción de contenidos, es decir,
programas audiovisuales. La operación central de cualquier casa productora es producir programas televisivos,
independientemente de su distribución o consumo. En el caso de la televisión con fines educativos, los contenidos están
sancionados de antemano a partir del Sistema educativo Nacional, que dictamina su nivel, seriación, profundidad, entre otros
factores.


De hecho, se puede hablar de una clasificación de los programas de televisión educativa tomando como base su contenido.
En la televisión educativa a saber existen los siguientes tipos de programas según su contenido:


Programas curriculares.- Son aquellos que abordan temas seriados requeridos en el plan de estudios que apoyan y forman
al alumno para lograr resultados académicos terminales y procesos de certificación


Programas complementarios al currículo.- Apoyan al desarrollo de temas curriculares para que el docente haga uso de las
series de acuerdo con sus necesidades de enseñanza


De formación y actualización docente.- Proporcionan herramientas metodológicas para que el docente desarrolle habilidades
y mejore su desempeño en el proceso de enseñanza-aprendizaje y otorgan elementos para su actualización en áreas
específicas.


De capacitación.- Comprenden temas sistemáticos que complementan áreas laborales y/o profesionales de diversos
usuarios para satisfacer necesidades de especialización.


De educación para la sociedad.- Presentan temáticas de interés general con una intención didáctica determinada en función
del desarrollo de la población.


Cada una de estas posibilidades de utilización del medio en apoyo a las tareas educativas se encuentra estrechamente
ligada a la estrategia de producción televisiva. Si por ejemplo, los programas curriculares han dosificado su contenido de
manera tal que a cada lección corresponda un programa televisivo y que se dicta una lección por día, entonces la estrategia
televisiva será ubicar estos programas en un determinado horario que jamás varíe, es decir, construir en la programación
una determinada barra temática. En otras palabras, la producción, la estrategia educativa y la programación se encuentran
ligadas de manera solidaria en el caso de la TV educativa.


En la televisión comercial priman otros criterios para la programación que mencionaremos aunque sea de manera somera
más adelante. De hecho, en la tv comercial existen diversas clasificaciones de los programas televisivos; algunas hacen
alusión al contenido, otras, a los géneros, otras a la naturaleza comercial de sus productos. Aquí señalaremos aquellas que
nos parecen más convenientes (Ver cuadros 1, 2 y 3).


Ahora bien, el mercado primario (productos-programas) de la producción televisiva se liga de manera directa y dependiente
con su mercado secundario, que como hemos adelantado es la programación. Todos los contenidos (productos-programas)
son producidos para circular por una rejilla programática de un canal, no para ser guardados en un estante. Los programas
siempre se producen para alimentar una programación. La distribución espacio-temporal de los contenidos o programas
dentro de la rejilla programática es la principal operación que realizan las empresas difusoras, o televisoras.


Por la programación, estos programas pueden ser únicos o seriados. Por la periodicidad en que aparecen pueden
pertenecer a una determinada barra programática (transmisión diaria a la misma hora y canal), a una serie (transmisión
periódica a la misma hora y canal) o tener una emisión única y exclusiva (evento especial). La programación de cada canal es
diseñada a partir de un determinado perfil de audiencia esperado en un determinado horario.


Así, tenemos canales temáticos, cuando la programación gira en torno a un común denominador, por ejemplo las artes , las
noticias , el espectáculo o los deportes . Mientras que los canales misceláneos o generalistas ubican espacio-temporalmente
los programas dependiendo de la audiencia esperada en un determinado horario.


Por último, esta programación es difundida o distribuida a través de una determinada señal que supone una determinada
cobertura. Esto constituye un mercado terciario dado que la fiabilidad de la cobertura puede determinar su capacidad de
comercialización en el caso de la tv privada y de su eficacia en el caso de la tv pública. Por su cobertura, tenemos canales de
señal abierta y de señal restringida. Se considera a los primeros como aquellos que difunden sus contenidos sin restricción
alguna para que sean captados por el televidente. La señal abierta regularmente ocupa las frecuencias hertzianas de UHF y
de VHF. Los de señal restringida solicitan de la intervención de algún componente tecnológico para su decodificación, sean
difundidas por cable (CATV) por microondas (MMDS) o por satélite (DTH) .




Los factores productivos de la televisión (insumos)


En la producción televisiva, los factores productivos o insumos para llevar a cabo la transformación esperada durante el
proceso son:


Los contenidos, es decir, la traducción que hace el productor de una determinada necesidad comunicativa del cliente, a partir
de su creatividad. Sin cliente no hay producto. En el caso de la televisión educativa, puede decirse que su marco de acción
está acotado de antemano debido a que la naturaleza de los contenidos le permite conocer con exactitud su universo
potencial, así como las necesidades específicas de la audiencia, dado que se encuentran descritas en la currícula.


La infraestructura como instalaciones y equipo necesarios para realizar la producción: estudios de televisión, cabinas de
edición, de postproducción, unidades móviles, enlaces de comunicación, cámaras, micrófonos, equipo de audio, entre otros.


El personal necesario para realizar el proyecto. Generalmente se habla de staff técnico para designar a aquellos cuya labor
impacta directamente en el registro del programa, en lo que se denomina la ingeniería de la producción: audio, cámara,
edición, iluminación y operadores de estudio como control de video, operador de videotape, entre otros. En el equipo de
producción se incluyen todos aquellos encargados de realizar la gestión de producción como el productor ejecutivo,
productor, realizador, asistentes de producción y realización, entre otros. Aunque en la televisión educativa es indispensable
contar con algunos especialistas más como el pedagogo, el experto en el contenido a desarrollar, el evaluador, entre otros.


El capital (presupuesto) requerido para llevar a cabo la producción sin tropiezos. En el caso de la producción independiente,
éste es gestionado a través de préstamos con el banco o de financiamiento bajo diversas formas de coproducción. En la
producción de televisión corporativa, éste se encuentra calculado de antemano para todo el año y depende de alguna manera
de los anunciantes. Para la televisión educativa, es necesario acotar que en la mayor parte de los casos, los recursos son
dotados por el Estado. Para establecer una tipología de producciones según su financiamiento, ver el cuadro 5.


Los materiales requeridos para fijar la transformación, producto del trabajo. Estos materiales pueden ser de diversa índole
como escenografías, utilería, maquillaje, atrezzo y por supuesto, el material videográfico, que son cintas de reproducción y
de registro . En la producción televisiva profesional se trabaja en proporción 4:1, esto es, cuatro veces el material necesario
para la duración esperada, así, para un programa de 30 minutos se requerirá un gasto mínimo de cintas cuya duración
sume en total 120 minutos (4 cintas de 30 minutos, por ejemplo), porque la versión final será producto de la selección de al
menos 4 diferentes posibilidades o 4 tomas efectuadas durante la grabación para lograr un plano .













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